Publicado originalmente con el título de “Bases para una filosofía de la educación cristiana”, el autor en esta segunda edición hace un análisis de las distintas escuelas educativas a la luz de los objetivos propuestos por la filosofía educacional cristiana. El autor sugiere que a menudo se cae en eclecticismos que empañan el verdadero sentido de la educación y propone volver al modelo sugerido por Cristo: El discipulado.