Las personas quieren tener éxito. No hay nada de malo en ello. El problema que se suscita hoy es que los medios para lograrlo se están confundiendo de tal modo que en la mente de algunos vale cualquier modo, con tal de lograr el fin. Pareciera que vivimos en una era maquiavélica, el fin parecer justificar los medios.
No obstante, la historia demuestra que los verdaderos éxitos se conquistan a fuerza de tesón, constancia, valentía y valor. No se llega a la meta tomando callejones.
En una época de tantas paradojas morales vale la pena detenerse un momento a pensar en valores que trasciendan los tiempos. Es preciso decirle a las generaciones más jóvenes que hay otras formas de ser exitosos. Que triunfar es cosa de valientes, de aquellos que se atreven a decir no a la corrupción, la mediocridad, la haraganería, la mentira, y a los antivalores que algunos consideran correctos.
El autor propone una mirada fresca a valores antiguos. Un libro que deben leer jóvenes, padres y educadores.
